Cada vez son más los ciclistas que acuden a la consulta por la aparición de dolores y adormecimiento de los pies. Estos problemas pueden deberse a diversas causas pero en este post vamos a analizar cómo el tipo de zapatilla que se utiliza al montar en bicicleta puede provocar estos problemas.
Si deseas conocer otros factores que pueden generar molestia y como corregirlos podés leer esta publicación:
Consejos
Abajo encontrarás las 4 consideraciones que todos tenemos que tomar en cuenta para elegir los zapatos, el presupuesto, diseño y colores son muy personales.
Aquí podés ver los más de 100 estilos de zapatos que tenemos en inventario
1. Tipo de ciclismo.
Como ocurre con otros tantos complementos y productos, a la hora de elegir calzado ciclista has de tener muy presente la modalidad de ciclismo que practicas.
No decimos nada que no sepas si te recordamos que no es lo mismo una zapatilla para la práctica del mountain bike que una destinada al ciclismo de carretera. De hecho, sólo dentro del mountain bike encontrarás una amplísima variedad de zapatillas.
2. La talla correcta
A veces, cuando nos probamos un calzado determinado, es posible que nos “baile” un poco, o por el contrario, que nos apriete ligeramente y pensemos que con el paso del tiempo la zapatilla cederá lo suficiente como para adaptarse a nuestro pie y a nuestra forma de pedalear. Este no es el caso para las zapatillas de ciclismo, pues suelen tener una rigidez importante y ceden poco.
El zapato debe ser medio número o un número más grande del que usamos habitualmente para caminar. Esto es debido a que la bici es un deporte de “pie colgado” por lo cual el pie se inflama al poco tiempo de uso sobre la bici.
Por último, analiza con detenimiento la horma si el zapato te queda muy estrecho puede acabar haciendo daño a algunos ciclistas en la parte delantera (metatarso) del pie.
3. La suela
La suela es la superficie que estará en contacto con los pedales, por tanto es una de las principales claves del éxito a la hora de encontrar el calzado perfecto para la práctica del ciclismo.
Presta atención a los acabados, pero el aspecto fundamental es la rigidez: como norma general, si la suela es muy blanda o demasiado flexible, no es lo más apropiado para el pedaleo. Por el contrario, cuanto más rígidas sean mejor transmitirán la potencia en el pedaleo. Aunque si vas a tener que andar, especialmente en la montaña, una suela con rigidez intermedia quizá sea la mejor opción.
4. Tipo de cierre
Las zapatillas de ciclismo pueden tener diferentes tipos de cierre: velcro, sistema boa o cordones.
Cierre de roldana o Boa
En los últimos tiempos, el sistema de roldana o BOA se ha impuesto en muchas zapatillas de ciclismo, especialmente las de gama media y media alta.
El sistema de roldana consiste en un carrete, un robusto cordón de acero inoxidable o polyester y unas guías de nylon. 3 elementos con los que se logra un ajuste prácticamente perfecto en apenas un segundo y con una correcta distribución de la presión a lo largo de todo nuestro pie.
Cierre con velcro
Otro clásico de las zapatillas de ciclismo. El velcro es cómodo, y su uso es tan sencillo que es uno de los sistemas más extendidos en todo tipo de modelos de zapatillas de ciclismo, independientemente de la gama.
Además de la comodidad, los cierres de velcro pueden presumir de aportar una ligereza extra al conjunto de la zapatilla, mayor incluso que la de los cierres de tipo BOA.
Cierres mixtos
También es habitual encontrarnos una mezcla de cierres en un mismo modelo de zapatillas de ciclismo.
Por ejemplo: muchas cuentan con un cierre tipo Boa y añaden, además, una tira de Velcro.
Cierre con cordones
Para muchos ciclistas, especialmente en el mundo del ciclismo de carretera, los cordones son cosa del pasado. Sin embargo, no conviene desdeñar este sistema tan extendido en todo tipo de calzado deportivo. Al fin y al cabo, tiene alguna ventaja, aunque más estética que funcional quizá.
