De Rosa llega con el corazón a Ciclo Boutique: la marca de bicicletas de Eddy Merckx en los 70’s

7 agosto 2021
publicado por ceciliano

Ser el mecánico del exigente Eddy Merckx —mejor ciclista de todos los tiempos— le permitió a Ugo De Rosa pulir y perfeccionar su manera de construir bicicletas con sus manos y llevar su apellido al podio de innumerables Tour de Francia, Giro de Italia, Milán-San Remo y otras cuantas más.

Para Ciclo Boutique es un placer el hecho de poder ofrecerles a sus clientes en Costa Rica una de las mejores marcas del ciclismo mundial, fundada hace 68 años y patrocinadora en la actualidad de Cofidis, equipo profesional francés de categoría UCI World Team.

Ciclista del equipo francés Cofidis mientras pedalea una bicicleta De Rosa.

Historia.

“Nada extraordinario nace jamás por una fórmula, sino por imaginar lo que no está ahí y hacerlo”, describió el creador de las bicicletas artesanales italianas del corazón rojo.

Cuando era un niño, Ugo De Rosa solía destacarse como un apasionado por las carreras de bicicletas en su natal Milán, Lombardía, y avanzar varios rangos a nivel amateur.

En la escuela técnica completó estudios de mecánica e ingeniería y se interesó por la ciencia de la bicicleta en sí. Su primer trabajo fue en el taller de su tío donde construía y reparaba algunas de ellas.

Con mente de sastre y manos de mecánico, Ugo abrió su primera tienda y comenzó a fabricar bicicletas de carreras en 1953. Así, su apellido impregnado en los marcos dieron origen a las extraordinarias bicicletas De Rosa. Con su experiencia en las carreras, entendió lo que se necesitaba para construir una verdadera bici de ruta y su reputación comenzó a extenderse entre los corredores aficionados del noroeste italiano.

Calidad De Rosa.

La calidad de su trabajo desarrolló rápidamente un seguimiento entre los corredores aficionados y en 1958 se le pidió que construyera una bicicleta para Raphael Geminiani para el próximo Giro de Italia. A raíz de este interés inicial, las bicicletas De Rosa se convirtieron en un elemento fijo en el pelotón profesional de la década de 1960.

Varios ciclistas empezaron a elegir la marca De Rosa como su constructor principal. Ejemplo de ello fueron las solicitudes del equipo Max Meyer del exciclista Gastone Nencini.

En 1969 comenzó la colaboración con Gianni Motta que duraría toda su carrera, así como la de don Édouard Louis Joseph Merckx, alias “El Caníbal”. Estos son los años en que Rick Van Looy ganó el campeonato mundial: De Rosa fue su mecánico y lo seguía en el carro del equipo.

Cuando Eddy Merckx te busca…

Fue en ese momento cuando Ugo marcó con un “corazón” sus creaciones hechas a mano para un equipo profesional: sucedió con las bicicletas verdes suministradas a la escuadra italiana G.B.C. en 1973.

En ese mismo año, Ugo llegó al equipo Molteni como mecánico oficial de Eddy Merckx y con él inició una sociedad profesional sin precedentes, ya que el belga se distinguía por ser exigente. Sin embargo, su sensibilidad como ciclista le ayudó a entender dónde mejorar.

“Eddy exigía siempre el máximo y me obligaba a superarme día a día. Fueron más de 10 años de colaboración en los que además de crear sus bicicletas fui su mecánico personal. Poco a poco nos convertimos en grandes amigos”, recordó De Rosa en una entrevista a “Fuera de Serie”, en 2019.

Lo obvio: para el Giro de Italia 1974, 80 corredores pedalearon sobre los marcos De Rosa (aunque no todos marcados con el corazón). Dos años después, en 1976, Ugo confeccionó también para Francesco Moser, quien ganaría tres clásicas París-Roubaix.

Más De Rosa.

El camino ya estaba consagrado. En las décadas posteriores llegaría la personalización de los marcos (1986), así como el uso del titanio, aluminio y carbono en 1993, 1997 y 2000, respectivamente.

Las ideas no se detuvieron. Danilo y Cristiano, hijos de Ugo, han aprendido que la evolución nace en la carretera, las novedades, sensaciones y deseos están en la mente de quienes montan y pedalean desde el sillín.

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